La depresión según los estoicos

Cuando una persona sufre de depresión o ansiedad es porque ha sido desconectada de algo que necesitaba de forma innata pero que ha perdido en algún momento

Podemos desconectarnos de cosas como el trabajo significativo, de otras personas o de un futuro seguro, al igual que cuando nuestro teléfono pierde la conexión a internet y nos deja sintiéndonos perdidos, tratando de recordar qué hacíamos antes de poder conectarnos con todo y con todos.

Quedarse sin conexión dentro y fuera de uno mismo conduce a similares sentimientos de vacío.

Las personas son conscientes de sí mismas, de hecho, son demasiado conscientes de sí mismas y muy negativas. A menudo se burlan de pequeñas infracciones de sus propios estándares idealizados y se critican por no ser perfectos incluso en un mundo que reconocen como lleno de imperfecciones y de despilfarro de capital humano.

Parte de la depresión es centrarse en los fracasos en el pasado, reflexionando continuamente sobre eventos o circunstancias pasadas, incluso obteniendo una especie de confianza negativa de ellos.

Este tipo de pensamiento causa fallas en el presente, construyendo un circuito de retroalimentación cuya hambre no puede ser fácilmente satisfecha. Una falla se acumula sobre otra y sobre otra, y podemos comenzar a cuestionar la razón de nuestra existencia.

Marco Aurelio era el hombre más poderoso del mundo, y deja claro en los pasajes de una de sus Meditaciones que incluso él mismo luchaba diariamente por darle sentido al simple hecho de salir de la cama. Entonces se decía a sí mismo: “me estoy levantando para hacer mi trabajo como ser humano. ¿Por qué entonces me irrito si voy a hacer lo que nací para hacer y para lo que me trajeron a este mundo? ¿O fui creado para esto, para acostarme en la cama y calentarme debajo de las mantas?”

De vuelta al mundo Marco Aurelio destaca lo que puede enfrentar. “Dígase a sí mismo al comienzo del día: me reuniré con personas entrometidas, ingratas, violentas, traicioneras, envidiosas, insociables”

Si bien esta observación puede parecer poco útil en la medida en que enfoca la atención en dificultades negativas, aquí hay un punto estoico muy importante.

Uno podría preguntarse: ¿por qué sería beneficioso visualizar de forma negativa?

Epicteto nos da una respuesta: puede ayudarnos a anticipar posibilidades y prepararnos para lo que pueda venir. Cuando este a punto de emprender alguna acción, recuérdese qué tipo de acción es. Si va a bañarse, recuerde lo que ocurre en los baños. Hay personas que salpican, personas que se empujan, personas que insultan, personas que roban y emprenderá la acción de forma más segura si desde el principio dice: quiero bañarme y mantener mis decisiones de acuerdo con la naturaleza del asunto, e igualmente para cada acción.

Epicteto nos dice que estemos preparados para enfrentar situaciones con una actitud realista hacia cómo son realmente las cosas.

El segundo componente que conlleva el ejercicio de visualización negativa es su contrapunto: la gratitud.

Imagínate sentirte agradecido todos los días, este hábito es excelente. Antes de dormir piensa en los eventos del día o en algo más permanente. Considera a aquellos que han preparado el camino y sentaron las bases.

Recordar la propia pequeñez en el contexto más amplio del mundo y de todos los seres vivos dentro del mismo puede ser útil para aliviar un poco la ansiedad al proporcionar algo de distanciamiento mental de una reacción inmediata ante una situación estresante.

Lo que nos recuerdan estos filósofos es que vivir de acuerdo con la naturaleza es reconocer que las personas más fáciles de encontrar en el trascurso de un día podrían ser alguien como nosotros, alguien que tal vez resté luchando con su malestar o enfermedad.

Al reconocer esto, es más fácil perdonar a aquellos con quienes no estamos de acuerdo. Pero más que eso, tal vez, hace que sea más fácil ser más indulgentes con nosotros mismos.

Nos ayuda a reconocer una parte importante del sufrimiento y del hecho de ser humanos.

Esta idea se repite cuando Epicteto explica la fuente del sufrimiento humano: “lo que molesta alas personas no son las cosas en sí mismas, sino sus juicios sobre las cosas”

Estar molesto por algo no es a causa de lo que parece molesto, es más bien el juicio sobre esas cosas lo que causa la angustia. Los juicios, no las cosas o eventos externos, son la fuente del sufrimiento humano.

El remedio para todo esto, según Epicteto, es realmente solo un cambio de actitud hacia las cosas que suceden.

Cuando podemos enfrentar el día con pleno reconocimiento de lo que podría implicar ese día y reconocer que aún debemos continuar, podemos avanzar. Eso puede significar dejar de lado la concepción de cómo deberían ser las cosas y aceptarlas por lo que son, incluso las más frustrantes y deprimentes.

El pensamiento estoico puede ayudar a enseñar a separar el pasado del presente en la mente.

Para volver a la dicotomía del control de Epicteto, el pasado es algo sobre lo que no tenemos control. Debemos aprender a controlar conscientemente cómo miramos hacia atrás en el pasado y cómo hacerlo sólo en nuestros propios términos, cuando puede resultar útil.

Los depresivos también pueden obtener consuelo al apreciar el mandato estoico para tratar la adversidad como un campo de entrenamiento, tanto para la capacidad mental como para la capacidad de recuperación, en general para la vida.

Centrarnos en cual puede ser nuestra respuesta en lugar de lo que nos está sucediendo, lo que nos están haciendo y no podemos controlar ni influir, es el paso que deben tomar todas las personas, deprimidas o no, que deseen mantener el equilibrio más saludable en su vida diaria.

Habilitado por los hábitos estoicos, un depresivo puede convertir esa autoconciencia demasiado crítica en fortaleza.

Tener una visión clara de las cosas como realmente son, sin perder la tranquilidad, es una gran ventaja. Ver la realidad en lugar de confirmar solo lo que deseamos ver es una habilidad que otros tendrían que adquirir.

El empoderamiento estoico se extiende para incluir preocupaciones tanto profesionales como personales. Las personas con depresión, menos propensas a ser hipócritas que las que no lo son ni lo han sido, además de ser menos propensas a mentir, estar obligado a dejar al descubierto los cimientos emocionales del estado mental de uno mismo, va a producir más empatía y a ser mucho menos propicio al engaño o a la mentira.

En resumen, una persona deprimida tiene más probabilidades de expresar honestidad y empatía. La empatía para los estoicos es fundamental.

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