El poder, el placer y los estoicos

El emperador Marco Aurelio fue el hombre más poderoso sobre la tierra conocida. Dirigió un ejército que era temido en todo el mundo y, si hubiese querido, podría haberse pasado el resto de su vida de fiesta, borracho, acostándose con cualquier mujer que deseara.

No solo en el pasado, sino también en el presente, hay muchas personas que no son capaces de manejar ese poder y se vuelven corruptas, esclavas de su codicia y solo les importa tener más y más.

Pero Marco Aurelio era diferente. Fue emperador de Roma y era muy consciente de que el placer momentáneo estaba a su disposición y sin ningún tipo de límite.

Al contrario que su hijo Cómodo, él dio la espalda a las orgías, al abuso del alcohol y a las sádicas escenas en el Coliseo donde las élites sí que iban a divertirse.

Marco Aurelio escribió sobre su determinación y lucha interna en sus memorias, las Meditaciones. Su obra se convirtió en uno de los referentes del estoicismo. Y, sin lugar a dudas, su mayor poder era el poder de la indiferencia.

Los estoicos observaron que, desde la perspectiva humana, se pueden distinguir dos categorías:

    • Las cosas que controlamos

    • Las cosas que no controlamos

Epicteto empieza su trabajo Enquiridión con el principio estoico fundamental: la mayoría de las cosas, simplemente, no dependen de nosotros.

Piensa en cosas externas como tus amigos, tu pareja, los me gusta que recibes en tu última foto de Instagram, el último comentario de tu político favorito o el envejecimiento de nuestros cuerpos, si podemos influir en estos asuntos. Pero incluso, si lo hacemos todo bien, la economía puede colapsar, el algoritmo de Instagram puede hacer de las suyas, nuestras parejas pueden engañarnos o incluso morir.

Al final del día no hay nada que podamos hacer para excluir la desolación. A primera vista esto puede sonar deprimente o pesimista. Pero todavía hay aspectos de nuestra vida que dependen de nosotros. Según Epicteto, estos aspectos son:

    • Nuestras opiniones

    • Nuestras propias acciones o, en otras palabras, esas posiciones que tomamos antes el mundo que nos rodea.

Nos dice que debemos enfocarnos en las cosas que están bajo nuestro control y tener desprecio por las coas que no lo están.

Alguien que está gravemente enfermo, no tiene control sobre su enfermedad. Pero podemos mitigar los síntomas o usar técnicas de curación con la esperanza de que el paciente se recupere y, aún así, los resultados no dependen de nosotros. Sin embargo, esta persona puede decidir qué posición tomará con respecto a la situación.

Cuando la enfermedad es aceptada totalmente y la posibilidad de la muerte también, es cuando un ser humano puede alcanzar un estado de paz interior. Una mente tranquila puede actuar de forma lógica y racional y probablemente lleva a una vida mejor, una opción que podría aumentar las posibilidades de recuperación.

La ética estoica consiste en diferentes valores. No hay algo similar a los diez mandamientos para llevar una vida estoica.

El estoicismo apunta a la vida en concordancia con la naturaleza. Por naturaleza se refieren a un todo mayor y nuestro papel en él como seres humanos.

Desde nuestro potencial innato tenemos que actuar por el beneficio del Todo, no actuando en contra el curso natural de las cosas sino abrazándolo.

Aunque alguno lo dude, los estoicos no somos seres sin emociones, vemos la emoción como una característica humana que puede ser superada por la razón. Porque no es la emoción en sí misma la que decide nuestro estado de ánimo, sino la posición que tomamos hacia esa emoción.

Esta forma de pensar es bastante terapéutica, porque no solo te hace mas consciente de tus emociones, sino que te permite verlas como sensaciones que van y vienen, como si fuesen olas el mar con total indiferencia. Cuando las visualizas de esta manera, no te abruman.

Los estoicos se centran en un par de ejercicios para alcanzar la paz interior:

    • Premeditatio malorum. O visualización negativa. Marco Aurelio era confrontado diariamente con todo tipo de personas con las cuales no era nada sencillo lidiar. Al comenzar el día con una visualización negativa, se preparaba mentalmente para estos enfrentamientos. Se decía a sí mismo: hoy me encontraré con un indiscreto, un ingrato, un insolente, un mentiroso, un envidioso, un insociable… todo esto les acontece por ignorancia de los bienes y de los males. Un estoico a menudo se recuerda así mismo que todo es temporal, el Memento mori, recuerda que morirás. Para que no pierdas el tiempo en cosas triviales, no tomarse demasiado en serio las situaciones ordinarias de la vida.

    • Vista desde arriba, que nos hace vernos desde un punto de vista cósmico. En ese momento es cuando nos damos cuenta de lo pequeños e insignificantes que somos comparados con la inmensidad del Universo. Esa diferencia es un poder que los estoicos conocen muy bien. La vida es corta y por eso es importante apuntar nuestra energía hacia lo esencial y las cosas importantes y dejar que la cosas sin importancia se vayan como una ola de mar más.

Especialmente en la era actual el estoicismo puede ser un valioso instrumento para dar a nuestras vidas orientación, para no ahogarnos en un mar de información, de estímulos y de distracciones.

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